Llegaba a unos de mis pesqueros favoritos, y digo favoritos por la cercanía y por el dominio adquirido de su dinámica, pues son ya para tres décadas que los pesco y conozco pues que las levanteras primaverales activan la pesca en esta zona del boliche, como le llaman los lugareños.
A primeras horas desde la puesta de Sol sinónimo de momento de acercamiento de las herreras, que un día poblaron las orillas de estas playas con alegría y en la actualidad mermadas por la pesca furtiva y la sobre pesca, tienen sus rutas alternativas, obligadas para su supervivencia.
Dos días después de un buen movimientos de fondos de templanza primaveral de este abril me dan pista a un servidor, de que su presencia puede resultar puntual, si es que el factor redes furtivas no les corta el paso. Como apunte también decir que de alba se desplazan al contrario por esta zona de las playas de Las Gaviotas...
En pos de gastar unos cebos que mi amigo Kike generosamente me regaló, pasé por estas orillas, me cercioré de que las barcas Bolicheras algunas estaban aorilladas de haber calado artes instantes previos y por el color de estas se perfectamente donde la calan, pues mi lógica sería que de ocaso las herreras se trasladarían hacia el poniente y tenían vía libre hasta la zorta ( red ilegal colocada desde la orilla hacia mar adentro, que corta todo el paso del pescao)
Al llegar al pesquero un vecino pescador de Fuengirola se marchaba tras una tarde sin actividad, me aconsejó que me situara más allá de la zona pasado Torreblanca, pero preferí quedarme en la zona establecida.
Nada más llegar monté mi Strattoscast en acción blanda con un Bassia cargado con un 0'20 mm Extreme de Golden Fish. Tenía una gameta Now cast del 0,22 mm y un anzuelo del 2 Gamagatsu cebado con un americano.
Lancé en ese hondilón que se forma por este tiempo cuando hay mar de fondo y cuando me disponía a montar la pareja de Now Cast ya marcaba picada. Esperé al montaje de la segunda caña en su versión dura con un compañero diferente, el Castizm cargado con un 0'16mm. El aparejo elegido el mismo. Pescando por encima del plomo con termoretractil y emerillón y gameta larga...
Fué entonces cuando cobré la herrera de la primera picada. A continuación la otra caña se zarandeó y se quedó en banda, pude cobrar la siguiente. Al tercer lance una boga me avisaba de que los voraces besugos y bogas reclamaban su espacio, y esto amigos míos en estas playas nos indican "como no", que el paso de nuestras cebreadas amigas es tan fugaz como cuanto quieran sus voraces compañeros.
Decidí quedarme para gastar el cebo y así ratificar la dinámica de esta zona en una calma noche de abril. Dos besugos devueltos al agua y una araña fueron el resto de picadas, siendo un cómputo de un pez por cada lance, si no de buenos de portes, si que me ayudaron a olvidar los problemas diarios que frenéticamente también nos azotan.
Felices mareas a todos
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